22.5.13

¿Juegos de niños?

 ¿Por qué te pasas todo el día en esa guardería jugando a los cochecitos? ¿No tienes cosas mejores que hacer?
—Porque las autopistas de los n-niños no tienen peajes—Rió. Había sido una pregunta fácil.


 (A veces las respuestas de Day eran como un plato de humanidad en conserva, de esa que ahora falta)

20.5.13

H de héroe y hambre

Harvey tenía un año y una sonrisa preciosa.
Harvey tenía dos años y un don.
Harvey tenía tres años y monstruos.
Harvey tenía cuatro años y... ¿mamá, mamá, dónde estás?
Harvey tenía cinco años y ya iba sola al colegio.
Harvey tenía seis años y las marcas de siete botellas.
Harvey tenía siete años y un grupo de amigos.
Harvey tenía ocho años y le gustaba Marshall.
Harvey tenía nueve años y conocía más insultos que una persona con cincuenta.
Harvey tenía diez años y la pólvora, el odio.
Harvey tenía once años y demasiadas lágrimas derramadas. 
Harvey tenía doce años y muchos abusos.
Harvey tenía trece años y acababa de meterse su primera -y última- raya.
Harvey tenía catorce años y gasolina, un mechero y muchos cojones para volar su casa por los aires. BOOM!
Harvey tenía quince años y se disfrazaba de tío para poder correr.
Harvey tenía dieciséis años y era puta.
Harvey tenía diecisiete años y aún tenía Day. Pero era incapaz de protegerla.
Harvey tenía dieciocho años y seguía siendo zurda.
Harvey tenía diecinueve años y ... ¿ahora qué?
¿Harvey tendría veinte años...?
¿Qué más daba? Una casa siempre se empieza a construir por el tejado. Una historia puede escribirse desde sus ruinas. Al fin y al cabo Harvey era la pequeña Puños, y Puños siempre podía con todo. Hasta con ella misma.


7.5.13

Bienvenidos, hijos del Rock & Roll!

¡Hahey! Sea su excelencia bienvenida a en la cuerda floja,  b a n g!
Puedes llamarme como prefieras: Uve, K, Garrrr, Capitana, Srta. Armageddon, Rockwilder, la tipa que está como una chota. Los motes me gustan cuando son originales. En definitiva, me da igual. Eso sí, no se admiten nombres completos o aquí corre la sangre. Y queremos llevarnos bien, ¿no? Supondré que sí.
Te preguntarás (o no, en verdad te la pela) qué puedes ver aquí, de qué va mi nueva locura... pero lo cierto es que no es a mí a la que debes mirar en busca de respuestas, porque tampoco lo tengo claro. Un pequeño párrafo de una gran historia, uno de mi vida, ¿listas?, un dibujo, una foto, una frase, 23 gatos negros, un par de canciones, una bomba atómica o una disertación sobre lo bonito que es dormir y comer. Las opciones son amplias así no me cerraré a ninguna de ellas.
Tampoco os mentiré diciendo que voy a ser la reina del bloggeo y voy a daros cosas que leer todas las semanas. ¿Constancia? ¡Já! ¡Me río en su cara!
Dicho esto y advertidos de que es un viaje por mi mundo con el retorno no asegurado... ¡que comience el baile!